En 1990 la familia Suwald adquirió todas las acciones de El Astor. Don Emilio, cuya familia vivía desde hacía un tiempo en el exterior, decidió regresar a Suiza, donde murió en el año 2005.

Entre tanto, en la fábrica, donde por una nueva y sofisticada máquina cubridora de chocolate ya pasaban diariamente miles de productos para cubrir con chocolate , se efectuaron cambios significativos, como la adecuación de un cuarto frío en el segundo piso, para la elaboración de bombones y figuras de chocolate, y la ubicación de las oficinas, en el tercero.

En 1995, en El Astor más del 50% de sus empleadas llevaba un tiempo superior a veinte años, y muchas de ellas llegaron hasta la jubilación, trabajaron con sus hijas y sobrinas, y en algunos casos contrajeron matrimonio con empleados de El Astor.